Te debo una canción,
una de enero otra de mayo
no hay nada mejor que acariciar tu corazón
con una melodía cuando callo.
Te debo una canción,
una que hable solo de nosotros dos,
una que pare el tiempo cuando hable de amor
y lo acelere solo cuando la escuche yo.
Te debo una canción
para un 24 de octubre,
por si el cielo oscurece
sea de nuestras almas lumbre.
Aunque si de fechas hablamos,
que sea una canción que todos los días te mime,
que te cuide y te narre,
que no habrá ni un solo día que te falte.
Te debo una canción que te acompañe
en las tardes de café y de lectura,
que sea manantial de versos de tu calle
y certeza cuando te entre la duda.
Te debo tantas y tantas palabras,
palabras con ritmo, encadenadas,
palabras que no enmudezcan al extrañarte,
palabras… sí, que te guien en las noches en que me faltas.
Te debo una canción,
una para cuando te vayas,
que dure hasta que regreses
y que despacio trepe hasta tu falda.
Me debes una canción que cuente cuanto me extrañas
y es que no hay mejor melodía,
que tu voz susurrando tras mi espalda.
Hoy serás canción arropada en una nana,
encendiendo en mi esa ilusión,
aparcando el sol en mi ventana.
Y serás canción y yo partitura haciendo acorde en la azotea de tu alma.
Posdata: Forever